


Toda una vida dedicada a los niños
Los niños menores de seis años cuentan con extraordinarios poderes mentales.
Cuentan con la habilidad que se da una vez en la vida, la de absorber el conocimiento de su alrededor por el mero hecho de vivir. Hacen suyo el ambiente – el espacio físico, el lenguaje y el movimiento tanto de los adultos como de los niños – a través de lo que Montessori llamó “la mente absorbente”.
La mente absorbente se encuentra en su punto culmine de receptividad durante los seis primeros años de vida. Para estar atentos y tranquilos, los niños menores de seis años necesitan explorar y descubrir. Ven al mundo con “nuevos” ojos, y por lo tanto muestran curiosidad ante todo.
Debido a que aprenden tocando y manipulando objetos, ¡quieren tocar todo! Se encuentran en fuerte armonía con todo lo que estimule sus órganos de los sentidos: formas, sonidos, olores, texturas y sabores. También responden al orden, debido a su necesidad innata de saber cuál es el lugar de las cosas y como cuadran las piezas. Desean dominar los movimientos de su propio cuerpo al aprender a mantenerlo y tradiciones de la gente con la que conviven.
Debido a la mente absorbente, los niños en la etapa de infantil no necesitan una enseñanza directa para poder aprender. Por lo tanto en los salones Montessori está permitido moverse, tocar, manipular y explorar. Se les da la libertad de escoger su propio trabajo sin interferencia innecesaria del adulto. En este ambiente, aprenden a trabajar independientemente, por iniciativa propia, ayudando así en la construcción de la concentración y la autodisciplina.
Antes de que María Montessori hiciera estos descubrimientos, generalmente se daba por hecho que muchas materias – geometría, gramática, geografía, botánica, zoología, etc. – se encontraban limitadas a los niños mayores. Pero la educación Montessori revela el extraordinario alto de nivel de aprendizaje – tanto consciente como inconsciente – que alcanzan fácilmente los niños menores de 6 años. Aún más, la educación Montessori en la etapa de infantil no solo mejora el conocimiento de los niños en el presente, sino también establece el fundamento para una verdadera comprensión a un nivel más abstracto posteriormente en la vida.





